¿Qué tan diferente habría sido nuestra vida con que una sola decisión hubiera sido diferente? ¿Si una guerra nunca hubiera sucedido? ¿Si nuestros padres nunca se hubieran conocido? Doris Lessing (1919-2013), laureada Premio Nobel de Literatura en 2007, decidió llevar al siguiente paso estos pensamientos y proyectarlos en una suerte de tributo a sus padres, Alfred y Emily, con un híbrido entre ficción y autobiografía.
Alfred y Emily (2008, Debolsillo) se trata en realidad de dos libros, en estilo y contenido, bastante distintos. En la primera parte, Lessing presenta -a modo de novella- una realidad en la que no tuvo lugar la Primera Guerra Mundial, mientras que la segunda narra -a modo de memorias- lo que realmente sucedió entre sus padres.
En el hipotético universo creado por Lessing, Alfred y Emily se conocen durante un partido de criquet -y no en un hospital como sucedió en realidad. Alfred se libra de la pérdida de su pierna y Emily de su trabajo como enfermera de guerra. En lugar de eso, Alfred se dedica al trabajo de campo y se encuentra felizmente casado con Betsy, mientras que Emily -libre de los traumas de tratar a soldados malheridos- emplea sus recursos y talentos para realizar proyectos filantrópicos en favor de la educación y protección de niños de bajos recursos.
A pesar de que esta primera parte es ligera y rápida de leer; entre líneas se percibe el profundo análisis realizado por la autora para comprender el carácter de sus padres más allá de las circunstancias que determinaron sus vidas. Más allá de la guerra. Aquí les da a Alfred y Emily la posibilidad de encontrar la felicidad que, más adelante comprendemos, no tuvieron. A ambos les ofrece una vida llena de retos y logros. Una proeza que no deja de resultarme compleja, considerando que deliberadamente quitó a ella y a su hermano menor de la ecuación.

- 3.5 de 5
- Biografía
- 320 páginas
- Editorial Lumen